viernes, 7 de enero de 2011

N. LA GUANCHA,


EL GOBIERNO CANARIO INVIERTE MÁS DE 700.000 EUROS EN UN NUEVO INMUEBLE PARA LA BASE DE OPERACIONES DE LAS BRIGADAS DE EXTINCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES

El edificio, ubicado en el municipio tinerfeño de La Guancha, alberga instalaciones para el personal, garaje y área de comunicaciones

    Este centro, provisto de una helisuperficie, permite mejorar la cobertura y agilizar los desplazamientos de estos efectivos a otras islas en caso de incendio


El Gobierno de Canarias ha invertido 779.424,25 euros en el nuevo edificio de la base helitransportada de operaciones de las brigadas forestales especializadas en la extinción de incendios (BRIFOR) ubicada en el municipio tinerfeño de La Guancha, infraestructura que permite mejorar la cobertura y facilitar los desplazamientos de estos efectivos a otras islas.

El inmueble fue inaugurado hoy en un acto que contó con la presencia del presidente del Ejecutivo Autonómico, Paulino Rivero, acompañado por el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Domingo Berriel, el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Ricardo Melchior y la alcaldesa de La Guancha, Elena Luis.

La nueva edificación, provista de una helisuperficie, sustituye a los antiguos módulos prefabricados      utilizados como base y esta compuesta por tres volúmenes diferenciados que acogen las instalaciones para los brigadistas y técnicos, garaje para los vehículos de extinción y el núcleo de comunicaciones.

La zona correspondiente al personal está ubicada en dos plantas, que albergan el control de acceso del edificio, vestuarios, gimnasio, sala de formación y multiusos, zona de garajes y almacenes, además de una sala de control de helicópteros y operaciones, sala administrativa, aseos, cocina y cuatro habitaciones individuales con baños para la tripulación.

Esta localización en el norte de la isla, operativa desde 2003, forma junto a otras dos áreas próximas al aeropuerto Reina Sofía- donde se encuentra el helicóptero del Grupo de Intervención de
Emergencias (GIE) del Gobierno canario-y al aeropuerto de Los Rodeos -base del helicóptero KAMOF (UNO) del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM)- un triángulo que cubre estratégicamente las Zonas de Alto Riesgo de Los Campeches-Los Realejos, zonas de pinar en los altos de Icod de Los Vinos, Erjos y Santiago del Teide y el Parque Rural de Teno, y que permite agilizar las actuaciones en otras islas en caso de incendio.

Este centro sirve de base para un grupo operativo compuesto por 16 brigadistas, 2 emisoristas, 2 pilotos, 1 mécanico y 2 técnicos durante la campaña contraincendios que se prolonga de junio a octubre.

El Ayuntamiento de La Guancha ha cedido el terreno en el que se localiza el nuevo inmueble y el Cabildo Insular de Tenerife se ha encargado de efectuar la instalación eléctrica hasta el edificio y del equipamiento mobiliario.


Mejor operatividad

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente a través de la Dirección General de Protección de la Naturaleza, consciente de las singularidades de las Islas-derivadas de circunstancias climatológicas y orográficas que condicionan la prevención y extinción de incendios, y del hecho de ser un territorio fragmentado, lo que dificulta los rápidos y necesarios desplazamientos de sistemas de apoyo en estas actuaciones-y de la necesidad de mejorar la operatividad de los medios de extinción, apuesta por reforzar el papel clave que juegan los recursos aéreos en la labor que desempeña el personal de extinción terrestre.

Para ello se mantienen operativos durante los todos días del año los 5 helicópteros de emergencias del grupo GIE, y coordinados los distintos organismos competentes en la prevención y lucha contra incendios en el ámbito suprainsular. Con este mismo objetivo se ejecutan proyectos como el nuevo inmueble de la base BRIFOR helitransportada de La Guancha.

N. LOS SILOS,

13.471 PERSONAS UTILIZARON LOS SERVICIOS DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE LOS SILOS EN EL AÑO 2010.

Desde hoy viernes día 7 y hasta el próximo día 30 de enero, este servicio amplia su horario para que los estudiantes, principalmente universitarios, puedan preparar su convocatoria de exámenes.

Desde abril de 2002 la Biblioteca Pública Municipal de Los Silos se encuentra ubicada en el Exconvento de San Sebastián, edificio cultural del municipio. Este departamento depende del Área de Cultura del Ayuntamiento de Los Silos que dirige el edil, Michael Bazo Contreras.

Para acceder al préstamo del algún libro por medio de este servicio municipal, hay que poseer el carné de socio; es necesario una foto tamaño carné, el DNI, y pertenecer a Buenavista, Garachico y Los Silos. En la actualidad este servicio cuenta con 11.700 volúmenes y 799 socios
Debido a la distribución del edificio, la Biblioteca Pública Municipal de Los Silos cuenta con varias salas. Sala de Lectura y Préstamos: En ella se encuentra gran parte del fondo bibliográfico, clasificado y colocado según el sistema de la CDU (Clasificación Decimal Universal) y con el programa informatizado de gestión Absys. Además, ésta cuenta con dos ordenadores para uso de gestión interna, y servicios al público de impresión, fotocopias, escáner y fax.
Salas de Estudios: Cuenta con dos salas apropiadas para el estudio y trabajo en equipo; en una de ellas se encuentra el fondo bibliográfico de Canarias, y una importantísima colección de anuarios.

Sala de Informática: Equipada con doce ordenadores para los usuarios. Además de servicio de Internet con marcado carácter informativo, educativo y cultural.

Sala de Prensa y Revistas: Servicio este que se encuentra suscrito a los periódicos El Día, el Diario de Avisos y La Opinión; y revistas de diferentes temas.

Depósito de Libros: Parte muy importante porque en éste se encuentran los primeros libros con los que se fundó la Biblioteca en el año 1965.

En el año 2010 el número de usuarios que accedieron a la biblioteca a utilizar cualquiera de sus servicios: estudio, apuntes o libros, consulta de obras de la biblioteca, préstamo, información, etc., fueron un total de 13.471 personas, de las cuales 5.850 fueron mujeres, 7.581 varones, 10.176 mayores de 14 años y 3.295 hasta 14 años.

Destacar, que desde hoy día 7 de enero el servicio de la Biblioteca amplia su horario en las Salas de Estudio para que los estudiantes, principalmente universitarios, puedan preparar ante la próxima convocatoria sus exámenes. El nuevo horario que permanecerá hasta el próximo día 30 de enero será el siguiente: de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 horas de forma ininterrumpida. Los sábados el horario será de 9:00 a 13:00 horas.

El edil de Cultura en el Ayuntamiento de Los Silos, Michael Baso Conteras, manifiesta, “hemos querido reforzar los horarios de la biblioteca máxime teniendo en cuenta las fechas en las que nos encontramos, vitales para muchos estudiantes universitarios que en ésta época realizan un sobreesfuerzo en sus horas de estudio. Tras varias reuniones con el personal de la biblioteca, hemos considerado oportuno aplicar esta medida que sin duda alguna beneficiará a los usuarios de la misma, teniendo en cuenta, que al término del año 2010 las dependencias de este servicio municipal fueron demandadas por 2.807 personas más que el año anterior”.

EDICIONES,

VÍCTOR RAMÍREZ REÚNE SUS ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS  EN EL VOLUMEN PATRIA ES RAÍZ Y DESTINO

La obra se presenta el martes 11 en Santa Cruz de Tenerife. En el acto también se comentarán sus novelas Nos dejaron el muerto y Sietesitios queda lejos, recientemente reeditadas por Ediciones Idea

La Mutua de Accidentes de Canarias (MAC) acoge el próximo martes, 11 de enero, a las 18:30 horas, en el salón de actos de su sede de la calle Robayna, nº 2, en Santa Cruz de Tenerife, el nuevo libro del prolífico escritor y periodista grancanario Víctor Ramírez, titulado Patria es raíz y destino, que reúne sus artículos publicados previamente en la prensa regional. Esta obra acaba de ver la luz en la colección La quinta columna, de Ediciones Idea. En el acto -en el que intervendrá, junto al autor, el escritor y periodista Ánghel Morales, también se darán a conocer sus novelas Nos dejaron el muerto y Sietesitios queda lejos, recientemente reeditadas por la misma editorial tinerfeña en su serie Narrativas.

En la introducción a su nueva obra, Víctor Ramírez, se identifica con el artículo de Eduardo Galeano titulado «Prohibido olvidar», donde deja escrito que «La patria es una raíz y un destino». El autor canario reivindica -con gran pasión- que «nuestra verdadera raíz distintiva son los ‘canarios’ precoloniales y nuestro único destino mejorador está en la digna capacidad de comportarnos como pueblo responsable y no sojuzgado». Ramírez, convencido de que esta dignidad solo será posible con la independencia solidaria, se pregunta: «¿Es que solo con violencia homicida se gana un pueblo el respeto? ¿No tiene cabida el pacifismo fecundo –que no la pacificación esterilizante– en la pugna por mejorar la situación del pueblo al que perteneces?». Según el escritor, «vivir es sentir: sensaciones y sentimientos jalonan ininterrumpida y complejamente nuestra vida. El conocimiento te hace sentir de una manera distinta a la ignorancia. Por eso se nos dificulta el conocernos: para que nos sintamos lo que no somos y así podérsenos mangonear» mejor.

En Nos dejaron el muerto, Víctor Ramírez reivindica el habla popular canaria dotando a sus personajes de una dimensión propia, como si acabaran de ajulear para afuera las moscas del bochorno, esas moscas grandotas y zumbonas mientras una mujer se dispone a preparar el sancocho con cherne de todos los sábados y parece rezar, siempre con un millo o un garbanzo en la boca. Esta novela ha inspirado el guión de la película La Caja, de Juan Carlos Falcón.

Sietesietios queda lejos sumerge al lector en un lugar donde la realidad y la ficción se intercambian sus propios nombres y naturalezas; una hoya casi cerrada tras aquellas cumbres pelonas, donde el calor no perdona la mayor parte del año; es, sin duda, el lugar ideal de Víctor Ramírez para construir el relato y engarzarlo en el universo de relaciones y vivencias del hombre insular.

Trayectoria del autor

Víctor Ramírez Rodríguez nació en 1944 en Las Palmas de Gran Canaria. Fue profesor de Enseñanza Secundaria y es miembro de la Academia Canaria de la Lengua desde 2004. Narrador prolífico, su obra incluye la serie de relatos «Cuentos apátridas», reeditada recientemente por Ediciones Idea. Es también autor de Cuentos cobardes (1977), Arena rubia y otros relatos (1991) y Desde el sur (1996). De su quehacer como novelista son: Lo más hermoso de mi vida (1982), Nos dejaron el muerto (1984), De aquella zafra (1992), Sietesitios queda lejos (1998), El arrorró del cabrero (1999) y En la burbuja (2000). También ha publicado recopilaciones de sus artículos de opinión aparecidos en diferentes medios periodísticos de las Islas: Respondo (1993), La Escudilla (1994), La rendija (1997), Palabras de Amazigh (1998) y Desde el callejón sin salida (1999). Como editor ha publicado La guitarra del Atlántico (1973), Literatura Canaria. Antología de textos: siglos XVI-XX (1976), Rumores paganos (1980) con Rafael Franquelo; y con Ángel Sánchez: Cuentos canarios contemporáneos (1980), Narrativa canaria del siglo XV (1990) y Catre de Viento (1993). También ha editado a Antonio Bermejo, Isaac de Vega, Natalia Sosa y Nicolás Estévanez. Admirador de la música mexicana, ha realizado para la radio los programas: «Que te vaya bonito», «El Tenampa» y «El rincón de la cantina». Ediciones Idea acaba de sacar a la luz su recopilación de artículos Patria es raíz y destino (en la serie La quinta columna), y ha reeditado sus novelas Sietesietios queda lejos, El arrorró del cabrero y Nos dejaron el muerto (en la colección Narrativas).

Para más información:
Teléfono del escritor Víctor Ramírez: 676 821 457
Teléfono de la responsable de prensa de Ediciones Idea,
Elena Morales: 646 818 316

URGENCIAS Y EMERGENCIAS,

DEFENSA PERSONAL PARA PERSONAL SANITARIO

RECIBIDO DE: David Crespo
 5 y 6 de FEBRERO
DEBEN DE LLAMAR PARA LA INSCRIPCIÓN A:
FYRESCAN CENTRO DE FORMACION
Pº ARAUCARIAS, 16
LA OROTAVA
EMAIL: informacion@fyrescan.es
WEB: www.fyrescan.es
Tlf.: 922 32 42 75/922 334 776
Nota: si conoces a alguien que este interesado en hacerlo y no pertenezca al Servicio Sanitario también lo puede hacer.
 OBJETIVOS GENERALES:
ü     Usar la defensa personal como estrategia de prevención
ü     Adquirir conocimientos de autoprotección personal a través de técnicas de defensa personal.
ü     Facilitar recursos de protección y defensa en caso de sufrir un intento de agresión física.
ü     Prevenir y disuadir situaciones de agresión y mejorar la autoestima.
ü     Generar la autoconfianza necesaria para afrontar con seguridad y decisión situaciones hostiles que puedan acaecer en su vida profesional o cotidiana.
  OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
ü     Aprender a utilizar nuestro cuerpo íntegramente como medio de defensa.
ü     Aprender cómo reaccionar y salva guardarnos ante diferentes agresiones en diferentes escenarios.
ü     Conocer cuáles son nuestros puntos débiles según nuestra complexión física.
ü     Aprender cómo actuar correctamente ante una situación de peligro.
ü     Facilitar una defensa y protección de emergencia en caso de sufrir un intento de agresión.
ü     Aprender a defenderse de agresiones sexuales u otra tipología.

ü     Aprender a emplear útiles comunes que se portan habitualmente ante situaciones hostiles.
  NÚMERO DE ALUMNOS/AS:
Grupos de 16Alumnos/as
DURACIÓN:
8  Horas, divididas en 2 días
4 h/día, en horario de Mañana
 HORARIO Y LUGAR DE IMPARTICIÓN:
§      Horario: de 9.00 a 13.00
§      Lugar: Gimnasio Concertado con el Centro FYRESCAN
     TITULACIÓN:
Ø     Diploma acreditativo en Defensa Personal
     PRECIO:
·       16 Alumnos/as: 50 €por persona
MATRICULAS EN FYRESCAN: 922 32 42 75/922 33 47 76

LOS REALEJOS AL DÍA,

CARTA A LOS REYES MAGOS

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez

Queridos Reyes Magos: les envío esta carta desde la Villa Histórica de Los Realejos, esperando llegue a vuestras cariñosas y bondadosas manos, y esperando que mis peticiones, que no son muchas, se hagan una realidad aunque no tengan cabida en sus zapatos o alforjas.

Estimadas majestades de Oriente, vivo en un pueblo de la Isla de Tenerife llamado Los Realejos al que tanto cariño le tienen los hombres de bien, por eso espero ser atendido por SS. MM. Ya que en este lugar tan lejano de Oriente, hay gente que sufre, que pasa hambre y miseria, que no tienen un techo donde acogerse aunque seamos solidarios con quienes viven en esta isla llegados desde otras tierras. Pero aquí también tenemos muchas dificultades para sobrevivir como cualquier ser humano.

Los políticos que nos representan, en los distintos parlamentos, (Madrid-Canarias) nos prometen cuando llega la hora de acudir a las urnas, infinidad de mejoras, sonrisas y promesas que se esfuman según van pasando los meses y los años. Y acribillados entre las murallas y signos políticos, vamos perdiendo la esperanza y hasta la confianza en aquellos hombres y mujeres que nos habían prometido trabajar por en bienestar de todos los canarios. Ahora cuando España y tantos países de la U.E. pasan por unos de los más graves momentos de su historia debido a la crisis por culpa de la mala gestión de tanto político que ha perdido los papeles y la palabra dada a los votantes, nos encontramos en unos momentos dramáticos, pues hasta los ayuntamientos como no podía ser menos están a la derriba, si control y sin rumbo, y para colmo, hasta algunos alcaldes poseídos de ostentar el bastón de mando, ni siquiera tiene la capacidad de atender tantas injusticias humanas, pasando olímpicamente de infinidad de problemas de primer orden, que no saben solucionar en muchos casos, y en otros, parece que no les conviene intervenir ante los organismos competente en busca de soluciones.

Majestades de Oriente, en estos tiempos en los que vivimos ya el ser humano va perdiendo el sentido común y la vergüenza que nuestros padres nos transmitieron desde que estábamos en la cuna. El hombre de hoy, llevado por el egoísmo y el falso juramento con el fin de lograr mejorar personalmente su estatus económico, es capaz de todo. Los sentimientos humanos se han perdido, y hasta el respeto, porque el pobre sigue siendo más pobre; los testimonios de soledad, hambre y miseria se multiplican, y vemos por distintas calles de los pueblos de Canarias y hasta en las puertas de las iglesias, como aquellos hombres y mujeres que no encuentran un puesto de trabajo, tienen que postrarse ante las puestas de las iglesias para pedir socorro. Para poderse mantener en pie. La vida queridos Reyes Magos es un misterio sin resolver por quienes tienen el derecho y el deber de cumplir sus promesas hechas con la mano puesta en los Santos Evangelios. Pero ya sabemos que egoísmo por el dinero puede romper cualquier plato, sin tener en cuenta aquel que quiere calentar sus tripas buscando en muchos casos migajas donde no hay porque el rico se ha apoderado de los ajeno sin pertenecerle.

Melchor, Gaspar y Baltasar. Canarias era un jardín, unas tierras afortunadas, hasta que llegaron los signos políticos que desvalijaron nuestras herencias.

Ojala, la presencia de los Reyes de Oriente sea el mejor regalo para lograr trabajo, y muchas familias que viven muy mal, recuperen el pulso de cada día. Pero también para refrescarle la memoria a quienes nos gobiernan y sepan cumplir con sus obligaciones, y no sigan engañando a tanta gente que necesita el amparo y la protección de políticos serios y comprometidos a sembrar ilusiones y no falsedades como está ocurriendo en esta España. En esta España que está a punto de llorar “lagrimas de sangre” si Dios no lo remedia antes, y los políticos cambian sus actitudes desastrosas y nefastas que peligran la vida del ser humano por obras de amor, comprensión y de solidaridad.  

ART. DE UN PORTUENSE,

HUYENDO DEL FANTASMA DE LA SOLEDAD

ARTÍCULO DE; Celestino González Herreros

En los márgenes del polvoriento camino, abunda la vegetación; y las flores de muchos de los árboles, le daban un toque poético al paisaje. La irregular alineación de las montañas circundantes, definen a la cordillera dorsal, en un plano soberbio de belleza; y al otro lado, el mar abierto, que se pierde en el lejano horizonte, cuando se confunden, extraordinariamente, su marcada distancia, con el azul limpio del cielo, que produce una sensación evidente de paz sosegada.

El sol, al medio día, cae sobre el caserío, inclemente y el aire se hace sofocante hasta en la propia sombra, aunque las suaves brisas marinas, refrescan el ambiente con amagos intermitentes de espontáneos movimientos etéreos; y ello complace, cuando llegan, de súbito, sus suaves ráfagas. Eran los meses más fuertes del año y, obviamente, conocidos por anteriores experiencias, el equipaje ligero de peso. La vestimenta, lo más suelta y suave posible.
Al llegar a un llamativo promontorio de una amplia lomada, que le era familiar, acercó el automóvil al andén del camino, en la calzada. Paró el motor del desvencijado coche y abrió la puerta correspondiente al lado del volante; parsimoniosamente, descendió con la calma propia del veterano, aunque tímido visitante, que, llega a ese lugar siempre callado, que sólo le delata, la algarabía que protagonizan las aves del lugar, con sus trinos, gorjeos y sus solemnes arrumacos amorosos, cuando canta la brisa a su paso entre la sombría maleza, sobre su verde espesura... Realmente, imprime cierto respeto, ser capaz de romper tal encanto, sobrecogido, entre el murmullo de las ramas abatidas por el aire, mezcla de silencio y caricias.

Ya, al borde del acantilado basáltico, la panorámica sorprende, cual estampa inimitable de hermosura deleitable, viendo abajo las playas de aguas tranquilas que reflejaban las distintas tonalidades de colores, entre el verde marino y el azul celeste del cielo. En algunos puntos estratégicos de la solitaria costa, aparecían generosos bajíos que alegraban más aún el celaje costero, donde rompían las escasas olas y se desintegraban contra los peñascos que sobresalían de la superficie marina, para morir lamiendo la negra arena de las sedientas orillas. No puede ser más bello el lugar ni más saludable la perspectiva que ofrecía, para disfrutar una vacaciones envidiables. Como en repetidas ocasiones, en ese lugar extraordinario, donde uno recupera las energías perdidas por el constante e incesante esfuerzo sufrido en la cotidiana lucha por subsistir en este mundo conflictivo y agitado.

Del coche sacó una botella de agua y acercándose nuevamente al borde de la vía, bebió plácidamente; y sin poder evitar una leve sonrisa, exclamó: - a ver si esta vez me va igual, no necesariamente mejor, que la vez anterior y encuentro caras conocidas, sin preocuparme demasiado de alguna determinada. Consumir las horas de alguna manera, en ese rincón paradisíaco, y no llevarme malos recuerdos, contrariamente de lo que ansío, sólo un poco de felicidad es todo lo que busco.

Alisando sus desordenados cabellos, con ademán despreocupado, subió de nuevo a su vehículo, conduciéndolo pista adentro y dejando atrás una estela de polvo infernal, que impedía ver lo que había recorrido. Como una concesión más al proyecto ilusionado de olvidar al pasado, al menos, mientras duren sus contados días de vacaciones. Despertó de sus cavilaciones, al escuchar el ruido del motor de una minúscula avioneta deportiva que pasó volando muy cerca de él, elevándose nuevamente; quien la pilotaba sacó una mano saludándole y se alejó sin aminorar la velocidad, más allá de donde alcanzaba a verle, lejos, muy lejos de allí. Mientras, él seguía adelante, hasta llegar a una aldea de pescadores muy próxima a la playa más exótica; aparcó debidamente y dirigió sus pasos, al salir, presuroso del coche, hacia una casa hecha de bahareque y techo hecho con ramas secas de los árboles y hojas de palmas del entorno. El habitáculo estaba bien ambientado en su interior, la temperatura era deliciosa y la atmósfera seca. Al verle llegar, alguien se le acercó solícito, seguramente fuera el dueño, quien inquirió, qué se le ofrecía. Si cobijo, comida o la tranquilidad del lugar, garantizada a lo sumo. Llegaron a un acuerdo, dueño y cliente, como en años anteriores, a pesar de las advertencias oportunas acerca del precio. Todo había encarecido, respecto al año anterior.

Lo importante era descansar del largo viaje y comer algo, antes de ir a dar un paseo por la playa.
Habían transcurrido dos horas, aproximadamente, cuando se hallaba apoyado en un pequeño mostrador de madera, tomándose un café tradicional, para despertar la somnolencia producida por el calor reinante, la hora bochornosa de la tarde y la interrupción  del reparador sueño de la siesta. Eran las tres de la tarde, cuando consultó su reloj. La tarde comenzaba, prácticamente y había que hacer planes. Iría a pescar, cuando consiguiera la carnada necesaria, allá, donde le esperaban los peces, cada año. Para ser repartidos, luego, entre los curiosos que le observaban. Su optimismo era tal, que no concebía dedicarles su tiempo y no capturar nada. Mientras esperaba a que la boya, que controlaba la tensión de las plomadas y que estas no llegaran al fondo, si se moviera e indicara que algo había picado; se mantenía firme en su propósito. Claro, que, a veces, su mirada se perdía sobre la superficie de la mar ondulada por la suave brisa que soplaba y a la vez acariciaba el sudoroso rostro del intrépido visitante. Sus pensamientos volaban y se perdían en el confín de la distancia, para encontrarse en el lugar de partida, donde estaban los suyos y sus escasas pertenencias. Donde se desenvolvía cotidianamente, y se consumían, los días de su existencia. Su mente, progresivamente, se iba poblando de recuerdos del pasado, de todo aquel “intervalo” y sus vivencias alejadas en el tiempo; aquellas primeras experiencias que le marcaron y prometían ser tan duraderas, como lo fuera la misma vida... Un fuerte tirón del sedal, le despertó bruscamente, y viéndole tenso, lo recogió con maestría y tiento a la vez, hasta tener a buen recaudo una hermosa pieza de admirable belleza; la primera de la tarde y con ella, la emoción incontenible de sentirse capaz de competir con el más experto de los pescadores.

Así transcurrió, buena parte del periodo dedicado a la pesca, hasta que la carnaza fue consumiéndose y los peces multiplicándose. Entre lance y lance, su calenturienta mente no cejaba de trabajar, se le volvía a ir, ahora por otros derroteros, aunque siempre rozándole el corazón. Era un hombre realmente sentimental, la vida no le perdonaba esa  acusada virtud que le mantenía siempre inmerso en sus más íntimos sentimientos. Ahora, en su mente, vino aparecer las imágenes de la madre y la linda abuelita, las cuales ocupaban un espacio muy importante  en su memoria, que le inducían a sonreír y a cambiar la mueca de su gesto, cuando aparecían las distintas secuencias en emocionados estadios de  contemplación. Ambas, ya  ausentes, hace algún tiempo, le dejaron una profunda huella de dolor que difícilmente consigue disipar. ¡La vida con ellas fue tan dulce!.. La ternura de una madre, cuando se nos va, no puede ser sustituida nunca; es un afecto distinto, que nos obliga a conservar el recuerdo de su adorable “estancia” vital, como un relicario en el corazón, un sentimiento especial de amor y reconocimiento que nos acompañará siempre. A veces pienso, que, hasta hacen de ángeles que cuidan de sus hijos, cada paso que damos, y nos transmiten valor en momentos especiales, cuando en verdad les necesitamos. Saben escucharnos cuando les llamamos, para hacer de su compañía, un refugio amoroso. Los abuelos y el padre, representan la imagen del amigo incondicional, el más sabio, el protector más sincero y comprensivo. Sabemos entender el destino de los sentimientos y los causes que siguen, desde que salen del corazón. Sabemos, no lo negamos, que el calor de una madre, además de ser consolador y espiritual, es sumamente gratificante; y nos gusta que nuestros vástagos, sean consecuentes con ellas, como lo fuimos nosotros con las nuestras. Parecen sensiblerías lo que pienso, pero hay tiempo suficiente, para los niños y jóvenes, para sopesar el contenido de mis pensamientos... Cuando hayan pasado los años, hasta ese momento, habremos estado evocando tiernamente, - como los primeros días -  la imagen y el amor de ellas, lo que han sido o fueron para con nosotros. Todos, nos iremos pronunciando sus amados nombres con vehemencia... Cuando así reflexionaba mentalmente, nuevamente, su conciencia fue turbada y despierta por un fuerte tirón de hilo y la boya había desaparecido de su vista. Recogió con pericia el sedal y otro más para el saco; entonces, ya comenzó a sentirse incómodo y decidió abandonar la pesca y caminar un poco por la playa, también, para liberarse del tedio que sentía. Los primeros días de sus vacaciones, suelen ser así, los vivimos con cierta inquietud y desasosiego, hasta que comenzamos a habituarnos y hablar con las gentes.

En esta ocasión, pudo ver a viejos conocidos de jornadas anteriores; y entre el cambio de impresiones, entre unos y otros, acababan siempre, con una futura cita para jugar unas partidas con las cartas o con el dominó y beber algunas copas. Promesas, que muchas de ellas, no se cumplen porque surgen imprevistos inevitables o las intenciones se desvanecían consecuentemente. Lo espontáneo era diferente, las cosas suceden porque si; los momentos se disfrutan como vienen.

Ya de noche, el silencio lo envolvía todo. La luz tenue de las farolas en la calle, daban la impresión desfavorable de un ambiente de pobreza evidente, tal, que entristecía asomarse a ella.

Caminando por el paseo de palmaras típicas, deambuló cabizbajo y meditabundo, hasta llegar al lugar obligado de encuentro. Desde afuera, se oía el lamento de la gramola, cuya música sentimental empobrecía más aún el salón, donde varias mesas, atestadas de jugadores y los inevitables observadores, completaban la nutrida asistencia del sencillo local público. Tras la barra, despachando a los asiduos clientes, sonreía el amable dependiente, a la vez que le preguntaba, qué iba a tomar, antes de ubicarse cómodamente, para disfrutar  de la paz de la noche. Sólo interrumpida por la música preferida de algún despechado amoroso, que seguramente, satisfacía sus ansias, ocultando la pena que en realidad le afligía y le pesaba como un fardo lleno de recuerdos, que, inexorablemente, consigue arrastrar hasta el lugar. Buscando calmar a su corazón herido, ahogando sus penas en el alcohol...