EL CINE OROTAVA
ARTÍCULO DE: Bruno Juan Álvarez Abréu
En la primera mitad de los años cincuenta don Casiano García Feo quiso dotar a la Villa de una sala cinematográfica de cierta categoría. A pesar de que los estudios de mercados aconsejaban que se construyera en la ciudad turística de Puerto de la Cruz, el amor por su segundo pueblo el primero su Granadilla natal le influyó en decidir finalmente ubicarla en La Orotava. La compra del proyector cinematográfico fue encargada a don Manuel Fernández Padrón, quien viajó a Estado Unidos y adquirió un sistema de proyección novedoso y de gran calidad (Todd-AO), único en España por aquellas fechas que se estrenó en el Cine Orotava. El proyecto de construcción fue culminado por Félix Sáenz Marrero, sobrino del arquitecto José Enrique Marrero Regalado, quien murió un año antes del finalizarse la construcción.
La inauguración de la sala el día 21 de abril del año 1957, coincidió con domingo de Pascua de Resurrección. Y con un partido de baloncesto en la terraza del desaparecido sentimental Teatro Cine Atlante (inaugurado el 20 de octubre de 1932), entre el C.B. Independiente y el C.B. Canaria de la Laguna.
A partir de esa fecha, los villeros observaron el acierto DE UN MODERNO Y ENCANTADOR CINE de un gran escenario teatral y cinematográfico, organización perfecta en la sistematización de la construcción, de acuerdo con los diseños del llorado arquitecto, artista de corazón, don José Enrique Marrero Regalado, continuando su sobrino, también arquitecto, don Félix Sáenz Marrero y el aparejador don Enrique Rodríguez Sáenz. UN ARQUITECTO MADRILEÑO DEL ENTONCES, DIJO; NI MADRID TENÍA UN CINE TAN MODERNO COMO EL CINE OROTAVA.
Despeje del personal y desglose del material, diseñado por los señores; Ananías y Juan Cruz. Muchos fueron los obreros (muchísimos de ellos en el anonimato), trabajadores, carpinteros, y electricistas que intervinieron en la construcción que corrió a cargo de don José Padrón Afonso, y la instalación eléctrica a cargo de la casa Viuda de don Gregorio García de la capital tinerfeña. Especial recuerdo a todos los que con su labor y reconocimiento lo merecen, y en especial a los entonces propietarios señores; José García Bartlet y Cesar Hernández Martínez, que con sus esfuerzos económico y social lograron un excelente edificio - auditorio para la Villa.
Los movimientos en la cóncava pantalla de 17 m. de largo, exportada desde la casa inglesa de SOMON - BALE, fue un fenómeno psicológico, contribuyendo, sin ser esencial el hecho fisiológico de la persistencia de las imágenes en la retina. El aforo total es de 1.200 espectadores.
En la citada fecha se proyectó por primera vez y para todos los villeros la película "EL DIABLO DE LAS AGUAS TURBIAS", cinta compuesta por fotografías de 18 mm. De alto y 24 mm. De ancho, utilizando una separación de un mm., entre fotografías, dejando a ambos lados dos tiras de 5,5 mm., en las que se practican agujeros regularmente espaciado en distancia el uno del otro de 18,75 mm., por donde entran los dientes del rodillos del equipo. Recomendada para su inauguración por el músico militar, director entonces de la Banda de Música de la Agrupación Musical Orotava don Ernesto Correa Negrín a su directivo y promotor de la sala don Cesar Hernández Martínez, pues la cinta contenía una banda sonora épica y de acción, en la que destacaba su tema principal, dramático y enfático, que se complementaba con marchas militares, temas de cariz étnico y otros que servían para dinamizar el filme.
El acomodo del sistema acústico por don Manuel Fernández Padrón ex - alfombrista, innato artista, uno de los primeros españoles que se interesó por las actividades de la electrónica, de la radio y del cine sonoro, con los proyectos y amplificadores suministrados por la firma Gaumont - Kallee, y el equipo de altavoces de la casa Goodmans.
Esta crónica la he realizado gracia a la foto que me envía el amigo y querido Sixto Trujillo García, los conserjes que inauguraron la sala en el mes de abril del año 1957, vestían con unos uniformes tipo militarizados de color caqui con gorras incluida, muchos de ellos ya no están con vosotros, por lo que en esta estampa que acompaña al dietario y que los vemos sonrientes como es lógico, de la izquierda a la derecha; Juan González, Tomás Méndez, Antonio Pérez (conocido por el guapo), José Álamo, Eduardo Suarez Baute, Félix Hernández Álvarez (el querido y artesano Félix, fue músico de la Banda Municipal, le estoy agradecido por las maquetas de mis queridas casas), y José Díaz (trabajaba de repartidor de leche con el amigo Andrés desde La Orotava a Santa Cruz de Tenerife y es el padre del peluquero y amigo Pepe Díaz). También hay que recordar a los que hoy son peluqueros o barberos de profesión Pepe Díaz y José Luís García (retirado por enfermedad), que repartían golosinas por los patios de la sala del recordado cine de don Casiano…
